De habitación a café y por el camino, amanecer.
| Posted in la anónima S , vida
No soy licenciado en foruncología, ni me hago café en mis ratos libres.
No necesito el mar para tener horizonte inalcanzable, ni tampoco gotas de agua para que hagan el recuento de mis sueños de moraleja familiarmente desconocida.
No quiero los dedos de otra mano entrelazados en los mios ajustándose a cada ápice de esencia de mi mundo.
Ni besos que sepan a dulce-salado.
No quiero lo que quiero porque no es más que un deseo, no deseo lo que necesito porque no es porque yo lo quiera, no necesito lo que soy porque no es más que un reflejo de todo lo que no he alcanzado.
No soy todo lo que quiero, ni todo lo que quiero es lo que me hará ser yo.
No hay un ser que quiera necesitar lo que es.
No sé lo que hay y no es cuestión de fe ni esperanza.
No es lo que yo diga porque esto está en blanco. Y no me he infiltrado ni en tus pensamientos, ni en tus emo-ciones.
Quizás, no sé... hace tan solo un segundo que me levanté y no sé cuando se paró la eternidad, ni cuando empezó el final del comienzo,
pero justo una mirada antes, comprendí que todo esto no es por mí,
ni tampoco por tí,
y que quizás lo único que importe sea olvidarlo todo y por un momento tocar tu corazón con la mano, acariciar tu vida en un instante e inmortalizarla con un suspiro en esta infinita sonrisa...
FuCkInG GrEaT
Si no llegaste nunca a susurrármelo al oído no entiendo como puede ser tan mio.
Genial hermano, genial...