La noche hace la madrugada sin pausa.

| Posted in ,

Y si he de disculparme ante alguien, es ante ti, más por la necesidad de hacerlo que por todo lo que te he hecho perder.

Y si he de agradeceder algo, es a ti, por conseguir que lo sintiera más que por haber permitido una vez más que tan solo lo supiera.

Si he de sonreir, que sea por los momentos que has hecho que disfrutara, algo tan obvio que lo dejamos, con poca fe e indiferencia, a merced del tiempo y la probabilidad.
Momentos que no son posibles sin todos los entremeses insípidos previos al postre y cuyo gusto he sabido encontrar en la repisa de "por favor, sin prisa, ahora en este justo momento y sin pensar en punto y seguido."

Sonrisa a la flor marchita, no por recordar que antes brillántemente floreció, sino porque presente está en tu vida.
La de ahora.
A la que no le hace falta abono,
ni tampoco sal,
ni un ambientador de pino,
ni una caja tal.

Tan solo tú, por quien hoy aquí estoy.
Porque es quien me hace sentir vivo, porque es quien yo soy.

Comments (0)