Da igual que intentes esconderte,
siempre termino encontrándote.
Destruiría tus sueños
justo antes de que te quedes dormido
y no sentiría ningún remordimiento.
Porque te odio.
Sí, te odio.
Y no puedes cambiar eso.
Lo único que debes recordar:
entierra mis sueños
y te enterraré yo a ti.

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